La vida está llena de conversaciones difíciles. Decirle a tu jefe que no estás contento con tu trabajo es definitivamente una de esas conversaciones, ¡pero no tiene que ser así! Te mereces sentirte realizado profesionalmente, y el poder está en tus manos para conseguirlo. Por lo tanto, no pienses que esta conversación es difícil, piensa en ella como una herramienta necesaria para obtener algo mejor de tu trabajo.

1. Una cuestión de semántica

Como probablemente ya debes sabes, a veces no es lo que dices, sino cómo lo dices. Entonces, comencemos con el título de este artículo. Puede que te haya llamado la atención el hecho de que no estás contento con tu trabajo y sientes que necesitas decírselo a tu jefe. ¿Nuestro primer consejo? Elige tus palabras con cuidado. Evita comentarios negativas como "No estoy contento" y conviértelos en positivo, por ejemplo, "Me gustaría hacer más de X", o "Tengo algunas ideas para cambiar la forma en que hago X" o "Me gustaría discutir algunos cambios que creo que nos traerán más satisfacción de mi trabajo ". Enmarca la discusión de manera positiva para que tu jefe quiera escuchar lo que tienes que decir.

2. Sé proactivo: planifica una reunión y prepárate bien

Asegúrate de ser tú quien inicie cualquier conversación sobre tu felicidad con su trabajo. Si tu jefe se acerca y te pregunta primero por que te ves infeliz en tu trabajo, es posible que ya hayas perdido la oportunidad de cambiar las cosas.

Para prepararte para la reunión, haz una lista de las razones por las que sientes que no estás contento. Deja que la lista repose toda la noche. Vuelve a revisar tu lista al día siguiente  con ojos frescos y piensa: ¿estás siendo completamente justo? Mantén solo los elementos de la lista para los que puedas sugerir una solución viable. Por ejemplo, si tu trabajo es ser Gerente de Relaciones con los huéspedes, y escuchar quejas de ellos te hace sentir infeliz en el trabajo, no hay mucho que tú o tu jefe pueda hacer para cambiar las cosas. Sin embargo, si sientes que no estás recibiendo suficiente apoyo para responder a las quejas de los huéspedes, este es un problema que se puede solucionar fácilmente hablando con tu jefe.

3. No pidas un cambio, sugiere uno

Por cada problema que le traigas a tu jefe, debes proponer una solución. A ningún jefe le gusta que le lean una lista de quejas de un empleado que no está feliz. Si te quejas, debes sugerir una solución, si no corres el riesgo de ser visto como amargo y difícil. Al proponer cambios realistas, no solo le estás facilitando su trabajo, sino también estás mostrando iniciativa y optimismo.

4. Sé positivo, pero mantente enfocado

Como sugerimos anteriormente, mantén las cosas positivas cuando discutas tu trabajo con su jefe. Debes combatir el impulso de dejar que la conversación se convierta en un tira y afloja. Recuerda por qué convocaste a la reunión y mantente firme en la resolución de comunicar claramente lo que no va bien. Debes poder mirar a tu jefe a los ojos y ser honesto acerca de por qué algo no está funcionando para ti.

Como Gerente de Relaciones con los huéspedes, si sientes que el exceso de papeleo te impide interactuar lo suficiente en persona con los huéspedes, debes decirlo claramente. Intente señalar lo que te gusta antes de mencionar el desafío: “Me encanta mantener una relación con nuestros huéspedes, y últimamente no tengo suficiente tiempo para hacerlo bien. Me gustaría hablar sobre cómo delegar algunas tareas a los recepcionistas para tener más tiempo de interactuar con los huéspedes en los pasillos".

5. Sé humilde y busca consejo

Una vez que hayas tomado los pasos anteriores para solucionar los problemas en el trabajo, está bien pedir ayuda. A veces se necesita el consejo de tu jefe para abordar problemas difíciles o superar desafíos serios: es parte de su trabajo ayudarte a tener éxito. Pero en lugar de levantar las manos y llorar, "¡Ayúdame!" intenta usar un lenguaje más constructivo. "Realmente podría usar tu opinión en un desafío que estoy enfrentando con un empleado de X", o "¿Cuál es tu consejo para manejar X en mi trabajo? Tengo dificultades para encontrar una solución. Esto es lo que ya he intentado ... " son dos formas positivas de pedir ayuda.

Tener una discusión abierta y orientada a las soluciones con tu jefe de vez en cuando puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes acerca de tu trabajo. Seamos realistas: todos tenemos problemas en el trabajo y resolverlos con un superior puede ayudarnos a solucionarlos. Aún mejor, la satisfacción que obtendrás de tener una sesión de lluvia de ideas exitosa con su jefe podría darte un impulso de confianza y una nueva perspectiva en tu trabajo.