Rodeados de montañas, con vistas a impresionantes acantilados o situados en hermosos parques naturales, los hoteles y complejos turísticos más exclusivos suelen encontrarse en zonas remotas. ¿Qué implica trabajar en estos lugares, tan alejados de las ciudades? ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes?

Para averiguarlo, hemos conversado con Franziska Sanoner, directora de ADLER Spa Resorts & Lodges, un grupo hotelero especializado en el sector del ocio, propietario de exclusivos establecimientos situados en las regiones italianas de Tirol del Sur, la Toscana y Sicilia. En esta entrevista, Franziska nos habla de lo que supone trabajar en establecimientos hoteleros remotos y por qué es una gran experiencia para quienes aspiran a impulsar su carrera en el sector de la hostelería de lujo.

Háblanos un poco de tu trabajo. ¿Qué te llevó a escoger el sector de la hostelería y el turismo?

Mi familia es propietaria de ADLER Spa Resorts & Lodges, un grupo hotelero con establecimientos y resorts de cinco estrellas especializados en el mundo del wellness, las actividades al aire libre y la alta cocina. Contamos con una oferta muy completa para que los huéspedes puedan recargar las pilas y dejar atrás el estrés de su día a día. 

Y en cuanto a mí, tras graduarme y trabajar una temporada en el extranjero, volví a casa en 2017 y me incorporé al negocio familiar. Dirijo toda la parte operativa, optimizando la oferta existente y desarrollando ofertas nuevas, aunque también gestiono los departamentos de RR. HH., marketing y control, así que me ocupo de áreas muy diversas.  

¿Por qué opinas que trabajar en un lugar remoto es beneficioso desde el punto de vista profesional? 

En lo que a nosotros respecta, el gran nivel de profesionalidad existente en los hoteles y complejos turísticos remotos implica que estemos muy centrados en la formación de los empleados. Por lo tanto, los miembros de nuestra plantilla tienen la oportunidad de crecer dentro de la empresa y ampliar sus conocimientos gracias a la interacción con clientes de alto nivel y huéspedes de todo el mundo.

Más en general, una de las grandes ventajas del sector del ocio es que los huéspedes están más dispuestos a relacionarse con los empleados que en las ciudades, donde el hotel es solo un lugar para pernoctar. En nuestros resorts, en cambio, los clientes pasan más tiempo dentro del hotel, lo que significa que los empleados gozan de muchas más oportunidades para relacionarse con ellos. Esto es muy gratificante y hace que el trabajo sea mucho más interesante. 

¿La menor competencia existente para este tipo de puestos facilita el desarrollo profesional de los empleados?

Creo que sí y esta es otra ventaja. Somos muy afortunados y solemos tener gran cantidad de solicitudes de empleo, sobre todo para puestos más cualificados.

Pero pienso que, en general, es más fácil crecer dentro de la empresa. No siempre es fácil encontrar empleados que estén dispuestos a trasladarse, por lo que solemos comenzar la búsqueda entre nuestro propio personal y si encontramos a alguien adecuado para el puesto, le ofrecemos un ascenso. 

¿Es cierto que las personas que trabajan en lugares remotos suelen establecer vínculos más fuertes con sus compañeros de equipo?

Sin duda, creo que sí. Especialmente los jóvenes que se trasladan aquí por trabajo suelen hacer grandes amigos y están muy abiertos a conocer a otras personas. Esto crea un equipo muy unido, pues pasan mucho tiempo juntos, no solo en el trabajo, sino también en su tiempo libre. 

Nuestros empleados, en especial los que llevan con nosotros muchos años, suelen decir que aquí han encontrado una segunda familia. Creo que este gran espíritu de equipo es una de nuestras mayores fortalezas y es algo que también aprecian los clientes. 

¿Crees que la relación con los huéspedes también es diferente de la de los hoteles de ciudad? 

Sí que lo es, sobre todo porque muchos de nuestros clientes son habituales. Para ellos es muy importante encontrar las mismas caras cuando vuelven a alojarse con nosotros. Y aunque no podemos decir que se trate de amistades reales, sí diría que la relación es muy estrecha. Esto se debe también a que cuando nuestros huéspedes están de vacaciones, tienen todo el tiempo del mundo para hablar con los camareros o conversar con el personal del spa o la recepción. 

Esta relación tan estrecha es algo que caracteriza a los hoteles situados en lugares remotos y, sin duda, es una ventaja.

¿Es más difícil conciliar para quienes trabajan en zonas remotas?

Depende de la situación personal de los empleados, pero no creo que sea más difícil. En nuestros hoteles siempre intentamos establecer turnos regulares, no excesivamente largos, para disponer de tiempo libre y recargar las pilas.  

Y aquí existen innumerables opciones para disfrutar de tu tiempo libre y descansar, incluso más que en una ciudad. Hay que recordar que la gente viene a estos lugares a pasar sus vacaciones, por lo que existe una oferta de actividades increíble. Puedes desconectar simplemente haciendo una ruta de senderismo con tus amigos. 

En tu opinión, ¿cuáles son los inconvenientes de trasladarse a un lugar remoto a trabajar? 

Creo que dejar atrás tu hogar y adaptarte a un entorno nuevo nunca es fácil. En nuestro caso, una de las principales dificultades para quienes no desean vivir en nuestros establecimientos es encontrar alojamiento, porque se trata de zonas muy demandadas en periodos vacacionales y el coste de vida es bastante elevado. 

Por otro lado, a quienes les gusten las ciudades, las fiestas, los bares y los restaurantes les costará más acostumbrarse a trabajar aquí.  

Además de ofrecer alojamiento y manutención, ¿qué pueden hacer los empleadores para ayudar a afrontar estas dificultades?

Siempre intentamos ayudar. Por ejemplo, facilitamos zonas comunes donde conocer a otras personas y proporcionamos un mentor que acompaña a los empleados nuevos en las primeras semanas tras su incorporación. 

También organizamos actividades conjuntas para después del trabajo, como cenas o actividades deportivas, todo lo cual facilita la integración.  

Asimismo, nuestros empleados pueden alquilar nuestras bicicletas, participar en actividades al aire libre, utilizar los gimnasios o alquilar el equipo de esquí. Intentamos fomentar este tipo de cosas para ayudarles a aclimatarse.

¿Qué consejo darías a los profesionales para motivarlos a trabajar en establecimientos remotos como los vuestros?  

Desde el punto de vista profesional, les diría que es una experiencia que ofrece múltiples posibilidades de crecimiento, porque trabajas en establecimientos exclusivos, en contacto directo con personas muy interesantes, tanto huéspedes como los otros miembros del equipo. 

A nivel personal, tienes la oportunidad de hacer amistades que durarán toda la vida, porque se crea una comunidad muy unida, con un espíritu de equipo muy potente.

Trabajar en un lugar remoto es una ocasión única que deberías aprovechar al menos una vez en la vida. Si aspiras a llevar tu carrera profesional en la hostelería a otro nivel, echa un vistazo a las numerosas ofertas de empleo disponibles en Hosco. Desde las mejores estaciones de esquí en los Alpes a las islas tropicales más relajantes, ¡tenemos mucho que ofrecer en todo tipo de climas!