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Café y tertulia: conversamos con el barista Fefe Schillagi

por | CONSEJOS DE CARRERA

Para ser un barista extraordinario no basta con ser un apasionado del buen café. Si no sientes ese mismo entusiasmo por ofrecer un servicio excelente y relacionarte con tus clientes, lo que pongas en su taza no tendrá mucha importancia. 

La trayectoria de Federico “Fefe” Schillagi en la hostelería es el mejor ejemplo de ello.  

Antes de encontrar su primer trabajo en el mundo del café, no sabía cómo preparar un cortado ni conocía la diferencia entre el café lavado y el natural. A pesar de ello, pasó de ser un barista novato a jefe de tienda en menos de un año

¿Su secreto? Una personalidad arrolladora, una sólida ética profesional y una pasión genuina por hacer felices a las personas.  

Hosco ha conversado recientemente con Fefe en el café que regenta en el barrio de El Clot en Barcelona para conocer más a fondo su historia y lo que supone trabajar como barista.

¿Qué fue lo que te llevó a trabajar en la hostelería?

Soy argentino y llegué a Barcelona hace un año y medio. Nada más llegar, empecé a trabajar en la hostelería.

Soy músico y artista y en Argentina trabajaba en una oficina de 9 a 5 para ganarme la vida. Cuando me trasladé a Barcelona, decidí incorporarme a la hostelería porque era un sector más asequible para un extranjero. 

Siempre me ha gustado ir a buenos restaurantes y recibir un servicio de calidad. Así que, cuando empecé a trabajar en la hostelería, me di cuenta de que hacía bien mi trabajo porque sabía cómo tratar a la gente y ofrecer un servicio excelente. 

¿Cómo definirías un servicio excelente?

Creo que la clave está en aportar tu toque personal y en establecer una conexión con tus clientes. Ya sabes, charlar con ellos y crear una buena relación. 

Por ejemplo, cuando le pides a un camarero que te recomiende algún plato en un restaurante y este no solo te dice lo que debes tomar, sino también lo que no debes pedir. Esos pequeños detalles marcan la diferencia. Si los clientes sienten que has sido honesto con ellos, es más probable que vuelvan. 

¿Tuviste otros empleos en la restauración en Barcelona antes de trabajar como barista?

Cuando llegué, vivía en un barrio muy turístico y encontré trabajo como camarero en un restaurante. El local siempre estaba lleno, daba igual el día. El ajetreo continuo me resultó difícil, pero lo peor eran las condiciones de trabajo y el trato que recibimos por parte de los propietarios.  

Gran parte del trabajo en esta ciudad es así: firmas un contrato de 20 horas, pero trabajas 40, lo declarado nunca coincide con la realidad. Y el tema de las propinas era una auténtica jungla. Algunos camareros se quedaban con las propinas porque si las compartíamos al terminar el turno, el dueño se quedaba un porcentaje. El ambiente de trabajo no era el ideal. 

Además, trabajaba de noche, por lo que nunca podía quedar con mis amigos por las tardes. Para mí eso fue lo más duro porque acababa de llegar a la ciudad y necesitaba relacionarme con la gente. Tras trabajar en ese restaurante durante 6 meses, empecé a plantearme un cambio pues la situación se volvió insoportable. 

¿Fue entonces cuando decidiste trabajar como barista?

Estaba pensando en cambiar y trabajar en un local de brunch o algo similar. Y, un día, vi una oferta de trabajo en un local especializado en café. 

La verdad es que no sabía mucho de café ni lo que suponía trabajar de barista antes de la entrevista, por lo que mentí un poco. Pero sí les dije que me encantaba la buena comida y el café y que me apasionaba ofrecer un buen servicio. 

Así que, ¿tu pasión por el café surgió tras empezar a trabajar como barista?

Totalmente. Pero ahora sí puedo hablar con pasión del café porque he aprendido que se trata de un mundo realmente interesante y con muchos matices. Me imaginaba que lo era, pero cuando empecé a trabajar aquí, pude experimentarlo en primera persona. Es como una ciencia, ¿sabes? Sigo aprendiendo mucho, incluso después de llevar un año aquí.  

Cuando te contratan, tienes que realizar un programa intensivo de formación durante un mes que te sirve de mucha ayuda. Me proporcionó las habilidades que necesitaba para ser un buen barista y desde entonces he ido ampliando estos conocimientos. 

¿Cómo llegaste a ser jefe de tienda en menos de un año?

Este local forma parte de una cadena que tiene múltiples establecimientos por la ciudad, aunque no se trata de franquicias. Como todos son propiedad del mismo dueño y abren nuevos locales continuamente, siempre necesitan a gente de confianza. 

Les demostré que tenía una sólida ética profesional, que me apasionaba mi trabajo y que tenía interés en aprender y se fijaron en mí. Cuando mi antiguo jefe se marchó, sabían que yo era un profesional serio con capacidad para asumir ese cargo.  

Para mí, es como si fuera mi propio local, en cuyo resultado puedo influir y del que me siento orgulloso.

¿Por qué el puesto de barista se considera tan interesante en la hostelería?

Creo que el trabajo más parecido sería el de camarero. Te dedicas a servir bebidas, tienes clientes habituales, la gente acaba hablando de sus problemas contigo… Más de una vez me he sorprendido a mí mismo adoptando esa postura tan clásica, apoyado sobre la barra, limpiando un vaso y escuchando la historia de uno de mis clientes. Eres una especie de psicólogo. 

Pero la gran diferencia es que, como barista, te encuentras con los clientes a primera hora de la mañana. A menudo ni siquiera se han lavado los dientes o no han terminado de vestirse. A veces, soy la primera persona con la que se encuentran. 

Me gusta observar a mis clientes como si se tratara de un experimento social. Hay gente que verdaderamente necesita su café mañanero y si no lo toman, les cambia el estado de ánimo. Veo a gente que es muy callada o incluso fría por las mañanas y cuando vuelven más tarde, son personas completamente diferentes. 

Soy tarotista, por lo que me interesa la astrología y lo místico. Siempre he pensado que las fases lunares afectan a la gente, pero me faltaban las pruebas concluyentes. Durante el último eclipse, todos los clientes hablaban de lo mal que se sentían o de lo poco que habían dormido. Creo que no puedes encontrarte algo así en ninguna otra rama de la hostelería, esto solo es posible si eres un barista y trabajas a primera hora de la mañana.  

¿Qué es lo más difícil de ser barista?

Como veo a los clientes muy temprano, te puedes encontrar con gente que no está de muy buen humor o que incluso no se ha despertado del todo. Algunas personas pueden ser bastante maleducadas y sólo aciertan a decir «café». Sin «por favor» ni nada por el estilo. Ese tipo de cliente me resulta frustrante porque yo también soy una persona, ¿sabes? Me levanto y voy a trabajar mucho antes que ellos y, ahí estoy, con una sonrisa en la cara. 

Si este fuera mi propio negocio, les diría algo. Pero, como aquí represento a otra persona, no puedo decirle a la gente maleducada lo que me gustaría. 

Por suerte, tengo muchísimos clientes habituales a los que les encanta venir a charlar conmigo. Son bastante más numerosos que los maleducados. 

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en un café?

Relacionarme con tantos tipos diferentes de personas. Soy muy sociable, me encanta conocer a gente nueva y tengo la suerte de que me pagan por hacerlo. Preparo café, por supuesto. Pero cuando lo he preparado, me da tiempo a conversar y ponerme al día con mis clientes. Ese contacto humano no tiene precio. 

¿Qué consejo le darías a alguien que quisiera empezar a trabajar como barista?

Les diría que trabajen en ambientes diferentes hasta encontrar uno en el que verdaderamente encajen. Quizás prefieran trabajar en un local de brunch o en un hotel, o en cualquier otro sitio. Deben aprovechar todas las oportunidades que se les presenten y así podrán avanzar en su carrera profesional. 

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Tras trabajar de gerente aquí, me he empezado a plantear la apertura de mi propio local. Me encantaría combinar mi interés en el misticismo con mi pasión por ofrecer el mejor servicio en una especie de concepto de café tarot. Creo que sería muy original y divertido. 

Si llego a abrir mi propio local, quiero que sea un lugar donde los clientes se sientan como en casa. Me gustaría que fuera un lugar donde la gente pudiera sentarse cómodamente, encontrarse a gusto y relacionarse con sus amigos o con desconocidos. 

Pero primero, ¡tengo que ahorrar dinero! 

***

Trabajar de barista es una buena forma de incorporarse al sector de la hostelería. La historia de Fefe es la prueba de que la pasión por ofrecer un gran servicio a los demás es la cualidad más importante que puedes tener, el resto lo aprenderás mientras trabajas. Echa un vistazo a las ofertas de empleo de barista disponibles en Hosco y encuentra hoy el mejor trabajo en el mundo del café.

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