¿Qué se requiere para adaptarse al trabajo en una isla tropical, dejando atrás el bullicio de una gran ciudad?

Valerie Hoppe, Directora de Personas y Cultura del Kimpton Seafire Resort and Spa, creció en el Medio Oeste americano y reside desde hace 18 años en las islas Caimán, por lo que es evidente que cuenta con una dilatada experiencia en este campo. 

Hemos conversado recientemente con Valerie, quien ha compartido con nosotros su apasionante trayectoria internacional en el sector hotelero, mostrándonos los retos, las alegrías y las experiencias que únicamente es posible vivir en una isla.  

Las dificultades iniciales

La historia de Valerie comienza cuando deja atrás el Medio Oeste americano para pasar temporadas en grandes ciudades como Miami, Madrid y Ciudad de México antes de recalar en las islas Caimán para una misión de dos meses en un proyecto específico. Pasar de una gran ciudad a una pequeña isla con sólo 55.000 habitantes supuso un cambio drástico. 

"Los comienzos fueron duros", comenta, recordando sus problemas iniciales para acostumbrarse a la vida en una pequeña localidad. "Carecer del anonimato del que disfrutas en una gran ciudad es algo a lo que es difícil adaptarse".

Pero no todo fueron dificultades. El clima de la isla y su extraordinaria diversidad le apasionaron desde el primer momento. Y con el tiempo, encontró su sitio y acabó enamorándose de la vida isleña. "Aquí conocí a mi marido. Tenemos dos hijos y es un lugar maravilloso para fundar una familia. Es increíblemente seguro". 

Adaptarse a otro ritmo de vida

Valerie sugiere a los recién llegados que adopten la cultura y la mentalidad locales. "Adaptarse a un ritmo algo más lento fuera del hotel y asimilar realmente la cultura local es de gran ayuda", aconseja. "El equilibrio que este ritmo de vida te aporta puede ser estimulante, pero también puede resultar aburrido si provienes de una gran ciudad con su vida acelerada".

Encontrar una afición y relacionarse

Si una de tus dudas es qué hacer en tu tiempo libre tras el trabajo, estás de enhorabuena, pues las islas siempre ofrecen una gran variedad de actividades. "Desde buceo, vela, clubes de atletismo hasta el teatro local, seguro que encuentras algo que te convenza. Yo me aficioné al submarinismo, lo que me permitió crear una nueva red de contactos fuera del trabajo", nos cuenta. 

Vivir en una isla te permite establecer vínculos y hacer amistades muy especiales, pues la mayoría de esas personas también viven lejos de sus lugares de origen. "Tus compañeros de trabajo se convierten en tu familia".

Integración y aceptación de la diversidad

Con más de 100 nacionalidades diferentes presentes en las islas Caimán, la diversidad es al mismo tiempo un reto y una ventaja. Integrarse no es sólo sobrevivir; implica crecer como persona y disfrutar de la riqueza que ofrece la isla. "Realmente te ves en la obligación de integrarte y por eso existe una conexión entre los expatriados que no he encontrado en ningún otro lugar".

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Integración comunitaria dentro del sector hotelero

Para los profesionales del sector hotelero que se trasladan a una isla, integrarse en la comunidad local no sólo es recomendable, sino esencial para asimilar realmente el modo de vida de la isla. La participación en la comunidad no se limita al lugar de trabajo. Se extiende a la estrecha colaboración con la comunidad local para crear un entorno en el que los profesionales puedan aprender, crecer y establecer una red de contactos. 

"Participar activamente en la comunidad forma parte de nuestros valores. Se trata de apoyar y estimular a quienes aspiran a trabajar en el sector y también de aprender unos de otros", afirma Valerie.

Actividades que fomentan las relaciones

El compromiso con la comunidad en el sector hotelero de las islas Caimán incluye diversas iniciativas que promueven el bienestar y la concienciación medioambiental. Desde limpiezas comunitarias de playas hasta proyectos de recuperación de corales, existen muchas oportunidades para que los empleados se impliquen, hagan amistades y descubran el entorno local. 

Valerie ofrece su propia visión de estas extraordinarias oportunidades: "Puedes participar activamente en la recuperación del coral o en la plantación de coral nuevo. Es una actividad muy interesante y una forma magnífica de implicarse en la comunidad local y conocer a gente que no te encuentras todos los días en tu puesto en la cocina o en el hotel en el que trabajas".  

Asimilar la cultura local

Comprender y adoptar la cultura local es un aspecto esencial de la vida y el trabajo en una isla. "Cuando te trasladas a una isla, tienes que rodearte de esa cultura y aprender sobre ella. Es parte de la diversión de vivir en otro lugar, ya que te permite tener una conexión más profunda con la comunidad y crear un sentimiento de pertenencia", señala Valerie. 

Las ventajas de la inmersión cultural van más allá del enriquecimiento personal. Los profesionales adquieren valiosas herramientas que les serán muy útiles en el futuro. Valerie lo considera una experiencia transformadora: "He aprendido sobre cocina caribeña, he conocido otros puntos de vista diferentes a los míos y he trabajado con gente de culturas diversas. Cuando dé el siguiente paso en mi carrera, podré hacer uso de todas estas herramientas. No sólo culinarias, sino también culturales". 

Ser embajadores de la comunidad

Valerie subraya el papel más amplio que desempeñan los profesionales de la hostelería en una isla. "Tenemos que ser embajadores e integrarnos en la comunidad porque aquí también formamos parte de la sociedad. Si lo haces, podrás ejercer una mayor influencia y vivir una experiencia más gratificante", explica. 

Consejos para los recién llegados a las islas

Trasladarse a un paraíso tropical puede parecer un sueño. Pero, basándose en su experiencia, Valerie ofrece algunas ideas concretas para quienes se planteen esta opción. "La vida en la isla tiene múltiples facetas que no son evidentes a primera vista", comenta. 

Sin embargo, las dificultades no se limitan al clima bochornoso; los aspectos financieros también son esenciales. "Debido a la dependencia de las importaciones, el coste de la vida puede ser sorprendentemente alto", señala Valerie. Los potenciales recién llegados deben informarse detenidamente sobre el coste de la vida y evaluar si se ajusta al salario y estilo de vida previstos. "Es posible encontrar una vivienda asequible, pero es crucial tener una idea previa de los gastos generales". 

Para concluir, Valerie ofrece un consejo práctico a los potenciales emigrantes: "En los primeros meses de estancia en las islas, es posible importar mercancías libres de impuestos. Ojalá lo hubiera sabido, porque habría traído más artículos esenciales". 

Conciliación personal y profesional

Contrariamente a lo que se suele pensar, la línea que separa el trabajo del ocio puede ser menos difusa en una isla que en una gran ciudad.

Valerie nos explica el motivo: "Yo diría que aquí tengo un mayor equilibrio entre trabajo y vida privada que en una gran ciudad. Hay menos desplazamientos. Salgo del trabajo y en 10 minutos estoy en casa. Así que tengo más tiempo para mí que si viviera en otro lugar". 

Oportunidades y consideraciones al plantearse un traslado

Más allá del atractivo de la vida en una isla paradisíaca, es importante considerar las dificultades y las oportunidades que presenta un traslado de estas características. La logística puede ser compleja, sobre todo para quienes tienen familia.

"Cuando vienes del extranjero, necesitas un permiso de trabajo además de otros requisitos, como ganar más de cierta cantidad de dinero para poder mantenerte. Los colegios aquí son privados, y eso supone un coste añadido. Así que todo resulta más fácil para alguien más joven o, al menos, sin hijos", afirma.

Así pues, el proceso puede resultar relativamente sencillo para las personas o parejas que deseen trasladarse aquí, pero en el caso de las familias, especialmente cuando sus miembros no ocupan puestos directivos, todo se complica. 

Cambios en la dinámica de contratación

El cambio hacia el sector del gran lujo no solo implica redefinir las experiencias de los huéspedes, también afecta a las estrategias de contratación. "Si nos planteamos contratar a alguien de otro país, lo ideal es que posea experiencia en este sector y se ajuste a un perfil específico: alguien dedicado a la excelencia en el servicio y con la motivación y pasión necesarias para ofrecer su mejor versión en un entorno tan exclusivo. Los candidatos deben cumplir todos los requisitos", afirma Valerie. 

"Desde el punto de vista de la contratación, los candidatos extranjeros con experiencia en hoteles de lujo tienen una clara ventaja. Sin embargo, en lo que se refiere a la contratación local, sobre todo de residentes locales o permanentes, somos un poco más flexibles", afirma. "Esta flexibilidad proviene del compromiso de formar a la comunidad local, teniendo en cuenta las escasas opciones de formación en hoteles de lujo de cinco estrellas en la isla".

En conclusión, trasladarse a una isla por motivos de trabajo puede suponer un reto, pero también es una experiencia increíblemente gratificante. Aprender a adaptarte a un entorno totalmente nuevo te permitirá crecer tanto personal como profesionalmente. Trabajar en una isla te brinda una oportunidad única para conectar con tu entorno de una forma que quizás nunca puedas lograr en un destino urbano.

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