Los acontecimientos mundiales tienen un extraordinario impacto sobre la situación del sector de hostelería y turismo.

Un hecho importante, como un evento deportivo, el certamen de Eurovisión o el fallecimiento de una reina, puede tener consecuencias impredecibles. 

Tras el fallecimiento de su majestad la reina Isabel II el 8 de septiembre de 2022, todo el planeta, desde Balmoral hasta Barbados, quedó conmocionado. No se recordaba una muestra global de dolor de tal magnitud desde la muerte de la princesa Diana. 

Casi un millón de personas, tanto británicas como extranjeras, se desplazaron a Londres a presentar sus respetos. En su punto álgido, la cola para acceder a la capilla ardiente de la soberana alcanzó los 16 kilómetros de longitud, con un tiempo de espera de 24 horas. 

Y el sector de la hostelería y el turismo, que se había desplomado durante la pandemia, experimentó de improviso un aumento de la demanda de alojamiento, viajes y restaurantes. 

Un millón de personas acude a Londres

Mientras el país estaba de luto, el turismo se disparó. Global Data había pronosticado cerca de 21.500 visitantes diarios en Londres para el año 2022. Sin embargo, poco después del anuncio de la muerte de la reina, esta cifra aumentó vertiginosamente. 

Lastminute.com informó de un aumento de reservas del 85% para el día del funeral, el 19 de septiembre, al producirse una llegada masiva de visitantes a Londres para participar en los actos de despedida de la soberana. 

Aumenta la presión sobre el sector de hostelería

El problema radicó en que no se trataba de turistas comunes y corrientes. Se movilizaron 10.000 agentes de policía para reforzar la seguridad, lo que se tradujo en unas 45.000 habitaciones durante los 10 días de luto oficial. 

En los días previos al funeral, llegaron a Londres aproximadamente 2.000 dignatarios, embajadores y funcionarios extranjeros. Los más importantes se alojaron en el Palacio de Buckingham o en el hotel Claridge en Mayfair. 

Asimismo, la prensa mundial desembarcó en masa, lo que ejerció aún más presión sobre los hoteles y restaurantes de Londres y Windsor, localidad donde la reina había fijado su residencia en los meses anteriores a su muerte. 

Cerrar o no cerrar

Muchos empleados del sector de hostelería deseaban presentar sus respetos a la soberana, por lo que se generó un intenso debate en plataformas como Twitter sobre qué era lo más apropiado. The Drinks Business realizó una encuesta en LinkedIn para averiguar la opinión del público acerca de si la hostelería debía cerrar sus puertas o no. Muchos eran conscientes de que tanto si abrían como si permanecían cerrados durante esos días en señal de respeto, las críticas no iban a tardar en producirse. 

Centre Parcs, con seis complejos en todo el Reino Unido, fue objeto de numerosas críticas cuando anunció que permanecerían cerrados el lunes del funeral, dejando a sus clientes sin un lugar donde alojarse. Rápidamente dieron marcha atrás y anunciaron que los huéspedes que ya estaban alojados podían quedarse, pero que los restaurantes y demás servicios no abrirían. La decisión no fue bien acogida.

La mayoría de los pubs en toda Gran Bretaña permanecieron abiertos y ampliaron su horario de apertura, con la intención de apoyar y unir a la población. Por otro lado, las cadenas de comida rápida como McDonalds, con casi 1.400 restaurantes en todo el Reino Unido, anunciaron que permanecerían cerrados hasta las 17 horas el día del funeral de la reina para permitir que sus trabajadores pudieran presentar sus respetos. 

Otros establecimientos, como el restaurante londinense de culto Hawksmoor, anunciaron que abrirían con los horarios habituales y fueron tachados de «irrespetuosos».  

La ciudad de Londres exige al sector de la hostelería que permanezca abierto

Ante la preocupación de cómo atender y alojar a las personas que no cesaban de llegar a la ciudad, la Autoridad del Gran Londres hizo un llamamiento al sector de hostelería para que permaneciera abierto, medida que fue muy bien recibida por el sector.

Subidas de precios y sobrerreservas 

Muchos hoteles y hostales incrementaron sus precios entre un 30% y un 40%. Otros hoteles prefirieron anular las habitaciones de clientes que habían reservado con meses de antelación para alojar a los vips y a los turistas llegados exclusivamente con motivo del funeral, con un poder adquisitivo mucho mayor. El precio medio de una habitación en un hotel de cinco estrellas en Londres alcanzó los 1200 €, con un aumento de la ocupación en un 95% en todas las categorías. Se estima que el 60% de esos visitantes eran extranjeros. 

Un huésped descontento tuiteo que esto equivalía a una «traición», mientras que UK Hospitality respondió: «Agradecemos a todas las empresas del sector de hostelería y a sus empleados que hayan decidido mantener sus puertas abiertas durante el día del funeral para ayudar a la población a presentar sus respetos a la reina y a su familia, tanto en sus propias comunidades como a los que se han desplazado, en este triste momento».

El efecto goteo

Las ventas de mermelada se incrementaron en un 40% en la semana posterior al funeral mientras que el Dubonnet (un aperitivo tradicional que, mezclado con ginebra, solía ser la bebida favorita de la reina) se agotó en las tiendas de todo el Reino Unido. Pero el estímulo económico no se hizo sentir únicamente en Gran Bretaña. 

Al otro lado del océano, en el Greenwich Village de Nueva York, conocido como «La pequeña Inglaterra» en algunos círculos, los restaurantes de cocina británica hicieron el negocio del siglo con sus típicos desayunos, el fish and chips o el bangers and mash (plato tradicional compuesto de salchichas y puré de patatas). El crítico gastronómico Robert Sietsema señaló que era imposible reservar una mesa en Tea and Sympathy, establecimiento fundado por el londinense Nicky Perry en 1981 y profusamente decorado con fotos enmarcadas de su majestad la reina Isabel II. 

Un futuro más esperanzador para la hostelería

Tras unos tiempos tan difíciles e imprevisibles, no es de extrañar que el sector haya aprovechado esta oportunidad para obtener beneficios. Esto apunta a una tendencia ya mencionada en un reciente estudio de American Express, según el cual los precios de los hoteles aumentarán a todos los niveles en 2023. 

Se prevé que en Londres los precios aumenten en un 6,2%, un 10% en París, un 8,2% en Nueva York y un 30% en Buenos Aires. Y todo esto ofrece grandes oportunidades para aquellos que trabajan en el sector. Echa un vistazo a la amplia variedad de ofertas de empleo en hostelería en múltiples países que encontrarás en Hosco y da el primer paso hacia el trabajo que siempre habías imaginado.