Destaca en tu nuevo empleo en hostelería desde el primer día

Tu currículum está a punto, has bordado la entrevista… ya solo te queda sobrevivir y hacerlo de maravilla en tus primeras semanas en tu nuevo trabajo en hostelería.

En el episodio 3 de Pull Ups by Hosco, conversamos con el coach invitado, Gil Mulders, sobre cómo encajar y sentirse a gusto en un nuevo puesto durante esos dos primeros meses cruciales. Gil tiene una dilatada experiencia profesional en el sector de hostelería y turismo y le apasionan las personas. Se especializó en formación y desarrollo como responsable de aprendizaje en Europa del grupo IHG y en la actualidad dirige The Talent Network, ofreciendo formación, asesoramiento y consultoría a los mejores hoteles y profesionales del sector en todo el mundo. 

En tu opinión, ¿qué es necesario saber desde el primer momento?

Grandes expectativas

Hemos preguntado a nuestros empleadores en Hosco cuánto tiempo estiman que necesitan los recién incorporados para encajar en su puesto. La mayoría (49 %) contestó que alrededor de un mes, mientras que el 37 % indicó que de una a dos semanas. Gil se inclina por un plazo más largo y destaca la importancia de sentirse como en casa en un puesto:

«Los primeros días pueden ser abrumadores. Debes conocer a la gente con la que vas a trabajar, a los clientes si trabajas de cara al público… Hay mucho que aprender. Empiezas a encajar realmente cuando comienzas a sentirte cómodo con lo que se espera de ti y puedes ser más o menos independiente». 

Roma no se construyó en un día y siempre es aconsejable aprender bien las cosas en lugar de asimilarlas rápidamente.

«Tómate tu tiempo y aprende. Lleva siempre un cuaderno y anota todo lo que aprendas», nos aconseja Gil.

«Entiendo que quieras destacar y ser proactivo, pero siempre hay una curva de aprendizaje y debes encontrar un equilibrio para poder dar lo mejor de ti mismo. La hostelería está llena de grandes expectativas y debes empezar a todo ritmo, pero puedes tomarte tu tiempo al principio para hacer las cosas bien». 

Aportar valor

Es crucial entender la cultura de la empresa para sentirse realmente parte de una organización. De nuevo, la mayoría (45 %) de nuestros encuestados opinaron que un mes es el plazo necesario para que un empleado se familiarice con el engranaje interno de una empresa. 

Además de vivir y absorber la cultura de la empresa durante las primeras semanas en el puesto, Gil recomienda realizar una labor de investigación antes de incorporarse a la organización. 

«Tienes la posibilidad de obtener información sobre la cultura de la empresa antes de incorporarte. Hoy en día es fácil encontrar la marca del empleador en muchos lugares, como es el caso de Hosco, y esta te dará una idea de los valores de la empresa», comenta.

A medida que te vayas asentando en tu nuevo puesto, te harás una idea de si la imagen de marca y la realidad de la empresa coinciden, y si no es así, sabrás dónde puedes marcar la diferencia. 

«Habla de lo que has visto en Internet y de los valores con tus compañeros de trabajo y tu jefe. Si ves discrepancias, este es un buen momento para comentarlas. Formas parte de esta cultura desde el primer día, por lo que puedes influir en ella desde dentro. No pienses que la cultura te rodea, tú eres esa cultura y puedes contribuir a ella».

Resultados: una responsabilidad compartida

Una vez que te hayas familiarizado con tu puesto y con la cultura de la empresa, ¿cuánto tiempo pasará hasta que puedas desempeñar correctamente las diferentes funciones de tu nuevo trabajo en hostelería? Según Gil, la paciencia es clave, tanto por parte del empleador y del empleado. Nuestros encuestados están de acuerdo: el 43 % opina que entre uno y dos meses es un plazo razonable. 

Además de analizar tu propio progreso, establecer líneas de comunicación abiertas y fluidas con los gerentes puede agilizar el proceso de incorporación, ayudándote a aclarar tus expectativas, establecer objetivos y alcanzar metas.

«Habla con tu jefe de las expectativas. ¿Qué debes ser capaz de hacer al cabo de una semana? ¿Qué esperan de ti a las dos semanas? ¿Y tras tres semanas? ¿Y después de un mes? Tú mismo sabrás si lo estás haciendo bien, así que te recomiendo que hables de esto lo antes posible», asegura Gil.

Tu lugar en la empresa

Para saber el impacto que tu puesto puede tener en la empresa y en sus clientes, lo primero que tienes que hacer es preguntarte (o que te pregunten) por qué estás aquí. La pregunta se puede plantear el primer día, pero la respuesta tardará algo más. El 45 % de los encuestados señaló que el plazo normal es de un mes. 

Cuando conozcamos el por qué (p. ej. hacer felices a los clientes creando grandes experiencias), podremos determinar el cómo: siendo organizado, rápido, realizando sugerencias inteligentes y en palabras de Gil, «comprendiendo que eres parte de un equipo y que todo lo que haces contribuye al funcionamiento de la empresa en su conjunto».

El mundo ideal frente al mundo real

En esta vida nada es perfecto. Una carrera en el sector de hostelería y turismo es muy exigente, pero también muy gratificante. La hostelería es un deporte. Durante las primeras semanas en tu nuevo puesto, recuerda que disfrutas de una importante ventaja: eres nuevo, no tienes pasado en la empresa y tu futuro depende de tu pasión, tu voluntad de aprender y tu dedicación.

Tienes tiempo para destacar. Todo el mundo empieza en algún sitio. A veces el momento en el que te planteas tirar la toalla es el momento en el que todo empieza a ir mejor. Los buenos empleadores entienden esto y trabajan con sus empleados durante todo el proceso de incorporación. Según un aplastante 75 % de nuestros encuestados, menos del 20 % de los nuevos empleados son despedidos durante el periodo de prueba. 

Si te tomas tu tiempo para comprender tu nueva empresa y tu puesto, te comunicas de manera honesta con tus jefes y compañeros de trabajo, te atreves a preguntar cuando tengas dudas o quieras aportar algo y muestres tu sentido del humor y tu sonrisa desde el primer día, tendrás asegurado un comienzo sin complicaciones e incluso estelar en tu nuevo trabajo. 

Como ejemplo, Gil nos deja una historia inspiradora.

«El presidente John F. Kennedy visitó Cabo Cañaveral antes de que el primer hombre pisara la Luna y vio a un encargado de la limpieza fregando el suelo. Era un presidente al que le gustaba hablar con la gente, por lo que le preguntó: “¿Usted qué hace?” Era evidente que estaba fregando el suelo. Pero la respuesta fue mucho más interesante. El encargado de la limpieza miró al presidente a los ojos y le dijo: “Señor presidente, estoy ayudando a llevar al primer hombre a la Luna”».